La modelo Sofía Zámolo se casó en diciembre del año 2016, con un amigo de la infancia, el empresario José Uriburu, al que llama Joe en la intimidad, con una ceremonia frente al mar en Punta del Este.
Viven en una hermosa casa, en el barrio privado Troncos del Talar, en el Tigre, que construyeron con mucho amor, con la colaboración de un arquitecto y de su amigo Hernán Arriaga, para decorarla.
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Sofía Zámolo embarazada junto a su esposo
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Un largo camino tuvo que recorrer, para concretar su sueño más preciado, que es el de ser madre.
Camino que no fue fácil, solo la pueden entender aquellas parejas que quieren ser padres, y el bebé, no llega.
Todos los casos son distintos, pero la angustia, el estrés que provoca la búsqueda, la decepción ante la aparición de la menstruación mensual, es igual para todos los que están apostando a la vida.
En cada reunión familiar o con amigos, la pregunta obligada, ¿para cuándo el bebé?, y el bebé, no llega, esas personas que preguntan, no tienen ni idea del dolor que causan, indagando en un tema tan sensible, tanto para la madre como para el padre.
La blonda cuenta que a sus 37 años, tuvo que recurrir a la medicina, hacerse muchos estudios invasivos, y a la fe, dejando sus pedidos a la Virgen de la Medalla Milagrosa.
Les recomienda a las parejas que pasan por lo mismo, que no bajen los brazos, que hay que insistir, probar, y con la ayuda de Dios, ese hijo vendrá, como le ocurrió a ella.
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Hermosa panza tiene Sofía
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Estando en la semana 37, lo que falta es muy poquito, todos le comentan en las redes sociales que no llega a la semana 41, porque está como a punto esa panza grandota, que no ha parado de crecer y crecer.
Feliz, agradecida de la vida, espera con ansias la llegada de su beba, porque se viene una nena, cuyo nombre todavía es un secreto.
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Sofía muestra la cuna colecho para su beba
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A pesar de todo esto de la pandemia, trata de no estresarse, de ser paciente y de disfrutar cada día de su embarazo.
Ya está pensando en decorar la habitación infantil, para cuando llegue la beba, luego de esperar un tiempo prudencial.
Está eligiendo junto a su esposo, colores para las paredes y la decoración, por lo pronto ya tiene armado el cochecito para bebé y la cuna colecho, que la tiene instalada junto a su cama matrimonial.
Siente que los días se pasan muy rápido, y que le quedan por hacer mil cosas antes, pero lo más importante, es que está lista para recibir a su hijita, cuando ella disponga, con mucho amor.
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