Es muy normal, después de una gran comilona, y nos sentimos pesadas, le echamos la culpa al
hígado, tenemos dolor de cabeza, sueño, o nos sentimos embotadas.
Sin embargo, los trastornos hepáticos, no dan alerta de problemas, no hay dolor, por lo tanto los médicos sugieren que puede ser otra cosa.
Cuando el hígado se enferma es serio el tema.
Puede evidenciarse con cólicos, cuando se presentan vómitos, dolor agudo, desorden intestinal y en forma general se siente muy mal, por infecciones como la hepatitis o la cirrosis, que es una enfermedad crónica.
Las grasas son las peores enemigas del hígado, sobre todo las de animal.
Un problema común en los obesos, es que el hígado se le llenan de adipocitos y esto altera su funcionamiento.
Otro enemigo es el alcohol, aunque uno diga tomo poquito.
Cuando combinan varios medicamentos, también repercute en el hígado.
El dolor no se refleja, cuando está enfermo, podemos tener un dolor en el costado pero no es el hígado sino es muscular.
Antes de tomar remedios para el hígado, el médico, deberá hacer los correspondientes exámenes clínicos, para corroborar si efectivamente, tiene malo el hígado.
Cuando creemos que tenemos un "ataque al hígado" , observar la vesícula biliar o los intestinos que están ligados al hígado, y reaccionan más facilmente a un atracón de comida o a una dieta desordenada.
Reflejos Femeninos
A.M.
Fuente
Dr. Cormillot./ Imágen:
xataca.com
2 Comentarios
PUFFF!!!!Si sabré de ataques de hígado!!!
ResponderEliminarBesiños.
Vani.
vani: yo también!!
ResponderEliminarHola, en comentarios pueden dejar sus consultas u opiniones. ♥