¡¡ Feliz Día Don Mate !! Su historia

El mate y su historia

Un poco de su historia

El Congreso de la Nación Argentina, en el año 2013, declaró al mate como "infusión nacional", pero el día nacional del mate, se celebra cada 30 de noviembre, desde el año 2015, a fin de promover el reconocimiento permanente de nuestras costumbres y la importancia que tiene el mate para nuestro país. 

Esta fecha fue elegida en conmemoración al nacimiento del comandante guaraní Andrés Guacurarí y Artigas, hijo adoptivo de José Gervasio Artigas, fue gobernador de la provincia de Misiones durante el período de 1815 a 1819, como soldado sirvió en las formaciones del Ejército de Manuel Belgrano y en el Ejército de José Artigas, luchando por la independencia argentina. 

30 de noviembre día del mate

Fomentó la producción y dió gran impulso a la comercialización de la yerba mate. Según fuentes Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), junto a su padre Artigas, planificó un mercado y circuito comercial para la yerba mate con los pueblos originarios como principales actores y beneficiarios directos de la transacción.

Los guaraníes fueron los primeros en usar las hojas de yerba mate como bebida, objeto de culto y practicaban trueques con otros pueblos pagando con ellas, consideraban que el árbol de yerba mate era un regalo de los dioses. 

Luego los conquistadores del Virreinato del Río de la Plata, difundieron su consumo y más tarde los jesuítas lo popularizó. 

Durante las largas travesías por la selva, los conquistadores españoles notaron que los guaraníes tenían mayor resistencia luego de tomar esta bebida sagrada.

El mate atravesaba todos los estratos sociales, era consumido por ricos, pobres, amos, esclavos, nativos, y españoles.

Incluso se compartía entre miembros de diferentes posiciones sociales, como por ejemplo entre un patrón y su esclavo. 

Pau Navajas, autor del libro Caá Porã, El espíritu de la yerba mate, cuenta que para distinguirse las clases altas, tenían recetas especiales para preparar el mate, le agregaban leche, crema, canela o clavo de olor y se detenían en el diseño y decoración de los mates, mandaban a labrar en plata a Potosí, cuanto más ostentoso y elaborado quedaba, más refinado se lo consideraba. 

La vida comienza después de un mate

También tenían la figura de la cebadora, que se ubicaba en las salas de las casas, y pasaban horas sirviendo sus mates.

En aquel entonces el mate se ofrecía como hoy se ofrece un té o un café, transformándose en una tradición que se mantiene por siglos, y no solo en nuestro país, sino expandiéndose por el mundo. 

Acá se estima que se consumen alrededor de 100 litros de mate al año por persona.

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